La ruta del sábado 16 de agosto fue muy bonita por muchos
pequeños detalles que sucedieron en el transcurso de ella. En esta ocasión me
acompañaron Àlex y Dani. Queríamos conocer caminos nuevos y decidimos ir hacia
la zona de Tardajos. Salió una mañana con un sol precioso, pero fresco, cosa
que me hizo volver a casa a por una chaqueta.
Salimos de la ciudad por el carril bici, dirección, como
ya os he comentado, Tardajos. En varios tramos del trayecto tuvimos que
recular, porque nos habíamos confundido de camino. Este primer tramo del camino
fue muy chulo de hacer, y más con los dos niños, ya que pasábamos pos las aguas
del río Arlanzón.
Una vez llegamos a Tardajos, y hacer la correspondiente
fotografía, fuimos a buscar el Camino de Santiago que nos llevaría hasta Rabé
de las Calzadas. ¡Qué podemos decir de este maravilloso pueblo! Pues que nos
encantó. Nos sorprendió lo cuidado que está todo el pueblo, lo limpio que se
encuentra y el gusto que da perderse entre sus calles.
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Rabé de las Calzadas |
Pero la ruta tenía que seguir. Y lo hicimos para ir
dirección Villaenzo, a ojo, porque no sabíamos qué camino se tenía que coger. A
partir de aquí todo fue intuición, con la única premisa de no castigar
demasiado a mis jóvenes acompañantes. Pero el castigo, relativo, llegó. El
viento cada vez soplaba más, y en las zonas con poca vegetación era donde más
se notaba el castigo. Nos tocó subir una rampa larga. El suelo que
pisaban las ruedas de nuestras bicis era de vegetación seca. En este tramo los
chicos disfrutaron poco, pero tuvo recompensa.
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Àlex agotado tras la subida |
Por la zona había cazadores, y a
pocos metros nuestro cruzó un corzo, que pudimos ver un buen rato, mientras
cruzaba todo un campo de trigo ya segado. Al llegar a la cima los tres, de nuevo
la intuición hizo que cogiésemos un camino, ya de tierra con su correspondiente
bajada y pronunciada subida, en la cual pudimos volver a contemplar a tres
corzos que volvían a huir de la presencia humana. Hecho el tramo más duro, ya
sólo nos quedaba descender hasta el pueblo de Villaenzo, donde realizamos una pequeña
parada.
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Iglesia de Villaenzo, con Dani y Àlex |
Para volver a Burgos, y en contra de mis principios, y
con la intención de no castigar más a los niños con subidas fuertes, tomé la
decisión de ir un tramo por carretera hasta la entrada de Burgos, donde ya
volvimos a tomar el carril bici hasta llegar a casa.
La ruta fue bonita, ya que tuvimos de todo. Así es
este deporte, donde hay momentos de alegrías y de sufrimiento encima de la btt.
FECHA: 16/8/2014
DISTANCIA: 32'15 km.
DIFICULTAD: FÁCIL
ÍNDICE IBP: 33 BYC
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