viernes, 14 de diciembre de 2012

LOS TRES MODÚBAR


Ha llegado la última salida superpipera del verano. 31 de agosto y para algunos quiere decir dejar la querida Burgos para estar en la gran Barcelona. Las vacaciones se acaban y el trabajo nos espera.

Iglesia de Modúbar de la Cuesta
Nuestra última ruta iba a ser un reto y una novedad para todos. Queríamos ir de Burgos a los 3 Modúbar. Algún día atrás, habíamos llegado hasta Modúbar de la Cuesta. Con el reto nos atrevimos tres valientes: Dani, Àlex y David. Nos encontramos con un día feo, con frío y con la esperanza de que no lloviese. Salimos a las 10h. de la mañana desde la plaza de los Alfareros. A los chicos les comenté que el día iba a ser más duro que los días anteriores. Superaríamos los 30 km., cosa que no habíamos hecho en todo el verano. Las rutas anteriores pasaban de los 20 km., pero sin llegar a los 30.

Tomamos la vía verde Santander-Mediterráneo hasta llegar al cruce con el camino de los caballos, es decir el camino que hay situado a la derecha, justo debajo del puente de la autopista. Para Dani y Àlex la salida iba a suponer ver cómo estaban de fuerzas y saber si tramos que habían puesto pie a tierra, los iban a superar.

La primera subida del camino a los caballos la superaron bien. Quedaba la segunda subida, que nos llevaba a coger el camino de Modúbar de la Emparedada. Prueba, también superada. Dando pedales cerca de los pinares, y con el día feo que hacía, teníamos la esperanza de ver algún corzo. Yo me había encontrado con un par días atrás. No tuvimos suerte.

Una vez entramos en el camino de Modúbar, los chicos pedalean con ritmo, y van hablando de sus cosas. Es el momento en que desconecto para sentir la simbiosis entre mi cuerpo, la bicicleta y la naturaleza. ¡Toma frase que os he colado! Quiere decir que me sentía fenomenal encima de la btt. Siempre queda mejor decir que un animal es endémico, a que sólo se le puede encontrar en una zona muy particular. Si alguien no se entera de lo que os estoy diciendo, es normal, va con segundas.

Poco a poco nos acercábamos a la subida del tractor. Dani, que era el único que todavía no había podido con ella, pudo. Àlex y yo casi nos quedamos sin voz animándole para conseguir una hazaña más. Una vez en lo alto, teníamos que ir a buscar la trialera (en castellano no se si está muy bien dicho. Camino estrecho, con surcos hechos por el agua o el paso de vehículos). Es una pasada, y me cansaré de repetirlo, ver como los chicos se sienten más seguros encima de sus BTT. Bajaron con precaución sin poner en ningún momento el pie a tierra. La trialera, desemboca en la vía verde, después del túnel de Modúbar. No seguimos por la vía verde, sino que tomamos un camino que nos iba a llevar directamente a Modúbar de la Emparedada. El descenso hasta el pueblo se hizo rápido, pero con control. Al llegar a las primeras casas giramos hacia la izquierda para ir a buscar el camino de San Olav.
Dejamos el primer Modúbar a nuestras espaldas, para seguir dirección a Modúbar de la Cuesta. Como ya os conté, ver los molinos eólicos es impresionante. Tampoco nos da tiempo de mirarlos detenidamente  porque los chavales no dejan de dar pedales. Ya tras los sube y baja del camino, nos plantamos en el segundo Modúbar. Nos tomamos un respiro, haciendo fotografías y bebiendo un poco de agua. Hablamos con una vecina, que nos dijo que tela el tute que se iban a pegar Àlex y Dani. Nos despedimos de la señora y su bebé, y tomamos rumbo a Modúbar de San Cibrián.

El camino que tomamos no lo conocíamos ninguno de los tres. Nos adelantaron un par de ciclistas animando a los chicos. Desde aquí quiero agradecer todos los comentarios, de ciclistas y caminantes, que han podido hacer a los jóvenes superpiperos. Yo se que les gusta oír esas palabras y mensajes de ánimo; les motiva a seguir.

Empezaros los primeros síntomas de fatiga en Dani y de desámino en Àlex. Cuando aparece esa tan célebre frase que utilizan los niños de: “y, ¿Cuándo llegamos? ¿Falta mucho?, se tiene que valorar qué está pasando. Y lo que pasaba es que no estaban acostumbrados a pedalear con frío y con viento, y sin saber el final del camino.

Modúbar de San Cebrián
Les fui animando, hasta llegar a un punto que se veía la iglesia del pueblo. Al finalizar el camino de tierra, se tenía que coger un tramo de carretera, que no hicimos por seguridad. Nos hicimos las fotografías de rigor, y nos preparamos para el regreso. No iba a ser fácil. El día estaba cada vez más feo. Amenazaba lluvia, y no habíamos cogido los chubasqueros.

De Modúbar de San Cibrián pedaleamos hasta llegar a Modúbar de la Cuesta. A Dani, pobre, le pesaba todo. Pero dándole ánimos iba tirando. Nos cruzamos con la señora de la mañana, y nos saludó. En vez de coger el camino por el que habíamos ya transitado, fuimos por el paralelo hasta volver a Modúbar de la Emparedada y cambiar de sendero. La vía verde, de subida hacia el túnel, no era la misma que días anteriores. Había perdido todo el color  del verano. El frío, el cielo cubierto amenazando lluvia, hacía que la senda pareciese coloreada de blanco y negro. Lo que os acabo de decir es una cursilada, pero ahí que se queda.

Una vez cruzamos el túnel de Modúbar, empezó a chispear. Les comenté a los chicos que lo teníamos que darlo todo en la bajada a Burgos, que no nos podía enganchar la lluvia. Y así fue. Dando pedales a buen ritmo, nos plantamos en la ciudad, con la pena para algunos de que ya no volveríamos a subir en bici hasta las siguientes vacaciones. Pero las siguientes vacaciones son en Navidad, es decir, que los Superpipas Team nos volveremos a juntar en diciembre para que, quien quiera, volver a dar pedales encima de nuestras btt.

FECHA: 31/8/2012
DISTANCIA: 31'22 km.
DIFICULTAD: FÁCIL
ÍNDICE IBP: 20 BYC

RUTA BURGOS-LOS 3 MODÚBARES-BURGOS POR EL CAMINO DE LOS CABALLOS

martes, 4 de diciembre de 2012

NOS VAMOS HASTA MODÚBAR DE LA CUESTA

Son unos cuantos días los que llevamos dándole a los pedales. Ha habido mañanas que hemos hecho rutas iguales o muy parecidas a las que están explicadas en el blog. Es éste el motivo por lo que no os las comento.

Uno de mis propósitos para hacer con los niños, es hacer la ruta Burgos y los tres Modúbar. Primero quiero ver cómo nos va llegando hasta Modúbar de la Cuesta.
A las 10h. Salimos de la ya habitual plaza de los Alfareros. Me acompañan para hacer la ruta Andrea, Dani y Àlex. Tomamos la vía verde Santander-Mediterráneo, para hacer nuestra primera paradita hasta la estación de Cardeñadijo. El ritmo que ponen los chavales es vivo, y esto me gusta, cada día tienen más ritmo. Cuando llegamos a Cardeñadijo, vemos trabajando en la estación a unos obreros. Ya sabéis cómo son los niños, con curiosidad de saber qué están haciendo. Le pregunto a uno de ellos si están remodelando la estación. Me contesta que es el propietario y que la está acondicionando para vivir. Tengo la sensación de que puede quedar muy bonita.
Una vez resuelta la curiosidad, reiniciamos el camino para llegar hasta la boca del Túnel de Modúbar. Este tramo lo hacemos casi en grupo. Como ya os he dicho antes, los niños van cogiendo ritmo de pedales y cada día que pasa van con más soltura encima de la btt.
Al llegar al túnel empezamos el ritual de beber, quitarnos las gafas, encender la luz de la bici de Dani y comentar que vamos en fila de uno, dejándonos espacio y sin correr demasiado. Mira que hemos pasado veces por el túnel, pero cada vez que lo hago alucino. Es chula la sensación de pedalear a oscuras, viendo el final del túnel, porque nosotros sí que podemos decir que hemos visto el final del túnel, al menos el túnel de Modúbar. Una vez cruzado, volvemos hacer el ritual a la inversa. Apagamos luces y nos volvemos a poner las gafas. La intención es no parar hasta llegar a Modúbar de la Cuesta.
El tramo después del túnel es de ligera bajada hasta llegar al pueblo de Modúbar de la Emparedada. A los chicos les gusta porque pueden ir rápido y a la vez controlar. Cuando llegamos al pueblo, dejamos la vía verde para incorporarnos al camino de San Olav. Ya en el camino, lo que nos sorprende es ver los molinos eólicos que nos quedan a nuestra derecha. Se ven inmensos. Creo que tendré que proponer a los Superpipas Team hacer una excursión a patita hasta llegar a los pies de los molinos. Siguiendo el camino de San Olav, los chicos comentan que parece una montaña rusa, con pequeñas bajadas y subidas, y casi sin darnos cuenta nos plantamos en Modúbar de la Cuesta. Ver la cara de satisfacción de los chicos no tiene precio. Están alegres, sonrientes de ver que han llegado con suma facilidad hasta donde nos habíamos propuesto.
Nos dimos una vuelta por el pueblo, hicimos alguna fotillo, y al rato nos pusimos rumbo a Burgos. Volvimos por un camino paralelo al de ida, que nos llevó hasta Modúbar de la Emparedada. Cambiamos de camino, de San Olav a la vía verde, para subir hasta el túnel. La rutina tunelera, quitar gafas, traguito de agua y encender linterna. Insisto que guay que es pasar por los 800m. de túnel. Al cruzarlo, y con la rutina tunelera ya hecha, bajamos dirección a la majestuosa y monumental Burgos (¡cómo un catalán habla de vuestra tierra! Visca Burgos!). Este trozo del camino, hasta llegar a Cardeñadijo, a los chavales les encanta. Pueden ir en grupo dándole caña. Y poco antes del pueblo, nos desviamos para coger el camino paralelo a la vía verde, que un poco más adelante volveremos a coger. Cuando llegamos a la estación, paramos para hidratarnos. Ya no pararemos más hasta llegar a Burgos. Da pena pensar que el camino está llegando a su fin, pero contentos por pensar que al día siguiente volveremos a coger nuestras máquinas y vivir experiencias nuevas en plena naturaleza.