El lunes 25 de agosto, salimos de ruta
Àlex, Andrea y yo. Salir a las 9 de la mañana y desde la plaza de los
Alfareros, se ha convertido ya en un clásico superpipero. Como cada mañana de
ruta, las ganas de hacer deporte son muchas. Siempre es bonito ver a los chicos
a estas horas de la mañana con una sonrisa en la cara y con ganas de descubrir
caminos y lugares nuevos.
La ruta la empezamos pedaleando por la Vía
Verde Santander-Mediterráneo hasta llegar a Cardeñadijo. En este punto dejamos
la Vía Verde para cruzar el pueblo y tomar el camino de tierra que sube hasta
el parque eólico de Carcedo. La subida hasta los molinos es la primera
dificultad del día, pero la subimos sin prisa y sin ningún problema.
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Àlex subiendo de Cardeñadijo hacia el parque eólico de Carcedo |
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Andrea subiendo de Cardeñadijo hacia el parque eólico de Carcedo |
Una vez
arriba, nos dirigimos hacia Carcedo de Burgos. Les
propuse ir bien agrupados para buscar el Camino del Destierro del
Cid.
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Indicadores del Camino del Cid, por si no nos quedaba claro |
Entre risas y charlas fuimos haciendo
kilómetros por la ruta del Cid, hasta llegar a una zona donde vimod un coto de
caza, con un cartel que anunciaba "Perros sueltos". Días atrás tuvimos un
susto gordo con un par de perrazos, y no quería que esto nos volviese a
ocurrir. Por eso, y sin que los chicos supiesen nada, les propuse dar media
vuelta e ir hasta el monasterio de San Pedro Cardeña y entrar en su tienda a
ver a un monje conocido.
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Àlex y Andrea con productos del monasterio |
Dicho y hecho, dimos media vuelta y hacia
el monasterio que nos fuimos. No vimos a ningún grupo con el cual
picarnos, por eso, el ritmo fue tranquilo. Bajamos hasta el monasterio, aparcamos
nuestras bicis y entramos a la tienda para saludar al monje. En esta ocasión sí
que estaba y nos dimos a conocer. Después de un rato de charla y antes de
irnos, nos regaló una botellita de licor Tizona y una tableta de chocolate. Una
vez nos despedimos del monje, y con una tableta de chocolate, no quedó más
remedio que lanzarnos a comerla. Mal no nos iba a sentar, y un
poco de energía extra seguro que nuestro cuerpo la agradecería.
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Comiendo chocolate del monasterio. ¡Qué tíos! Como diría mi amigo Lluís |
Para el regreso, subimos por la carretera
del monasterio para tomar el sendero que se dirige hacia el río Arlanzón.
Durante el recorrido nos fijamos en una finca donde ondeaba una bandera del Club
del Barro, grupo ciclista de Burgos. Seguimos adelante hasta llegar al río, el
cual ya no dejamos hasta llegar a casa. Este tramo de camino siempre es bonito
de hacer, por la calma que transmite y la cantidad de gente que se ve haciendo
deporte o simplemente dando un paseo.
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De regreso a la ciudad de Burgos |
Una vez llegamos a casa, nos dio por
pensar los pocos días de btt que nos quedaban por delante. Agosto se estaba
acabando y con él las salidas de los Superpipas. Nostalgia a parte, estábamos
contentos con las rutas hechas y con las que nos quedaban por venir.
FECHA: 25/8/2014
DISTANCIA: 32'13 km.
DIFICULTAD: FÁCIL
ÍNDICE IBP: 26 BYC
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