Después del fin de semana, toca salir sólo con los jóvenes superpiperos. El día es excelente para andar con bici, y a la 9’15 de la mañana nos ponemos en marcha desde la plaza de los Alfareros, dirección a la vía verde. Al poco rato de dar pedales cogemos las primeras rampas por el camino de los caballos. Dejamos el monte de la Abadesa a la derecha, y decidimos hacer el sendero del monte de la izquierda (siguiendo recto se coge el camino de Modúbar de la Emparedada).
El principio del caminito es una caña para los chicos, ya que dicen que les
recuerda a una montaña rusa. Entre pinos, camino estrecho, con sus subidas y sus
bajadas, vamos avanzando. Nos detenemos en una bajada bastante pronunciada para
los chicos. Aquí el camino ya es mas ancho, pero hay mucha piedra suelta. Les recomiendo
que vayan con cuidado pero seguros de lo que van haciendo. La bajada perfecta para
todos.
Al poco rato de bajar (nunca habíamos llegado a este tramo), nos encontramos
con una subida donde mis jóvenes acompañantes no pueden subir ni andando con la
bici arrastras. Yo también me incluyo. ¡Qué pedazo subida para mis pobres! Suerte
que es corta. Con la subida de pulsaciones, decidimos descansar un poquito, llevamos
poco hecho, pero muy intenso.
El grupo quiere subir la cuesta del tractor, y la subimos para seguir hasta la trialera que nos conduce al otro lado del túnel de la vía verde. Este sendero es muy bonito en todo su recorrido. En la bajada disfrutan cada uno a su manera. A Àlex se le sale cadena a media bajada, pero una vez colocada sigue bajando en uno de sus descensos preferidos.
Agrupados todos, decidimos volver por el túnel y seguir toda la vía verde
hasta casa. La ruta la acabamos donde empezamos, con 20 Km. de recorrido y un
inicio de salida durillo para los chicos. Eso sí, ya me piden que piense la
ruta para el día siguiente. Espero que la afición que parece que tienen por la
btt dure muchos años.