Como ya comentamos en crónicas anteriores,
los viernes del mes de agosto, queríamos que las rutas fuesen un poco más duras
y/o largas que las del resto de la semana. Pues bien, el viernes 22 de agosto
salió algo lluvioso, pero eso no fue excusa para no salir. De hecho, no se
habían anunciado lluvias durante la mañana, por eso Àlex y yo nos preparamos
para dar pedales. Esperamos hasta las 9, justo el momento en que dejó de llover.
Bajando por la calle Frías, oímos a Elena,
madre de Dani y Andrea, que nos llamaba para decirnos que Andrea se apuntaba a venir con nosotros.
Resguardados de la lluvia en la Vía Verde |
Nos teníamos que quedar en casa por culpa
de la lluvia. Menos mal que el pronóstico para el día siguiente fue totalmente diferente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario