Un día más nos ponemos en marcha. Para hoy tenemos una baja, Mario. Por
motivos personales ha decidido no acompañarnos.
Nos ponemos en camino, cogiendo la vía verde, como ya hemos hecho en otras ocasiones.
El día acompaña para dar pedales. Con los chicos, pactamos que la primera
parada sea la ya conocida estación de Cardeñadijo. Antes de llegar a la
estación, el camino asfaltado se acaba para empezar con la tierra y las
piedras. Se oye algún comentario de que ahora empieza lo bueno. Llegamos a la
estación, nos hidratamos un poco y decidimos seguir adelante para reagruparnos
en el camino que queda a la izquierda, poco antes de llegar al túnel de Modúbarde la Emparedada.
En este tramo formamos dos grupetes. Por delante van Àlex, Andrea y Miguel.
Por detrás vamos Dani y yo. Nos vamos dando ánimos, porque hoy no se nos han
escapado tanto como otras veces. Al coger la última curva que nos lleva al
punto de reencuentro, vemos al grupo escapado que ya ha llegado. Ya estamos
todos. Una vez hemos bebido, le comento al grupo cómo va ser la subida del
camino. El primer tramo es el más inclinado, para luego suavizarse.
Antes de la subida, me hace gracia ver como todos los chicos dan pedales
cerca de la rampa cambiando los piñones para afrontar el primer desnivel
importante del día. Se lanza Àlex, él ya conoce el camino, le sigue Dani y
Andrea, luego se pone a dar pedales Miguel, y yo cierro el grupo. Al poco de
iniciarla, tenemos compañeros que han tenido que bajar de la bici, para
acabar empujándola hasta acabar el primer tramo. Mientras, se oye un grito de alegría.
Es Àlex, ha conseguido hacer toda la rampa del tirón (el fin de semana y en
este mismo trozo se tuvo que bajar de la bici). Si Jesús hiciese una crónica
taurina de la subida, diría que Àlex está como un toro.
Una vez más nos juntamos en un tramo de poco desnivel. Quedamos en
reagruparnos en el primer cruce que haya. La subida es suave con algúna recta
que pica un poco, sobre todo para los chicos. Les voy dando ánimo a todos para
que pedaleen de forma suave y que vayan jugando con el cambio dependiendo de
cómo sea la subida de inclinada.
Una vez llegamos al cruce, giramos a la derecha, que es el camino que nos
llevará hasta la carretera de Modúbar. Nos queda un pequeño recorrido de subida
ligera antes de llegar a la parte más elevada de la ruta de hoy. Antes del
descenso, les explico más o menos dónde queda la montaña por donde atraviesa el
túnel. Y antes de bajar les suelto esa frase, que soltaría cualquier padre para
evitar posibles caídas a sus hijos, de: prudencia que no tenemos prisa, que lo
importante es llegar sanos.
Durante la bajada nos va tocando el aire en la cara. Es una gozada notar la
sensación segura de velocidad. Me dedico ir adelantando a todo el grupo para
ponerme el primero y así controlar la velocidad de todo el grupo, diciéndoles
que no nos podemos adelantar. Así evitamos caídas tontas y dolorosas. Ahora que
voy el primero, se oye como algunos de los chicos chillan por la alegría del
descenso y la sensación de velocidad. Es un rato bonito, y más cuando llegamos
al final del camino sin ningún percance. Éste acaba justo encima del
puente por donde pasa la vía verde. Hemos de bajar un tramo de carretera hasta
llegar a Modúbar. Es la primera vez que voy a coger carretera con los chicos, y
es por eso que les digo que vamos a ir en fila de uno, cerrando el grupo
Andrea, como la mayor de los chicos, y que yo abriré el grupo sin adelantarnos.
La bajada es veloz, y antes de llegar al pueblo se oye la voz del grupo
chillando a aquel amiguete que se comió el cristal: no Dani, no adelantes que
pueden venir coches. Afortunadamente todo quedó en anecdótico.
Después de un rato en la puerta del huerto de Teito, tomamos de nuevo la vía
verde de retorno a Burgos desde Modúbar de la Emparedada. El recorrido tiene un
primer tramo, hasta pasado el túnel, de ascensión muy suave, que hicimos los
Superpipas Team en grupo. Nos paramos a la entrada del túnel para quitarnos las
gafas de sol y encender la luz de la bicicleta de Dani. Al cruzar el túnel
apagamos la luz, nos pusimos las gafas y empezamos el descenso hacia Burgos. La
bajada de la vía verde es suave, pero tienes sensación de velocidad hasta llegar
a Cardeñadijo. Nos hidratamos en la estación y seguimos la ruta sin problemas
hasta llegar a la ciudad.
Ya acumulamos unos cuantos kilómetros en las piernas. El equipo cada día se
encuentra mejor y más cómodo encima de las BTT. ¡Una gozada esto de las
bicicletas de montaña! Mañana es posible que al equipo se nos una un nuevo
miembro, Andrés, el padre de uno de los miembros fundadores del equipo.
Este día no hicimos ninguna foto. La foto que he puesto de Àlex la hicimos el fin de semana anterior a esta salida.