domingo, 15 de septiembre de 2013

¡POR FIN LLEGÓ EL DÍA!

Hace un año que empezó la aventura de los Superpipas. Con el objetivo de pasar un buen rato haciendo deporte en plena naturaleza y compartiendo experiencias con los miembros del grupo, nos pusimos a dar pedales encima de nuestras bicicletas de montaña. 
Llega el verano, y con él las ilusiones y emociones de volver a subirnos a nuestra btt. Sí, el sábado 3 de agosto a las 9'15 y en un día magnífico, nos disponemos a salir a pedalear Àlex, Dani, Miguel, Andrea, Jesús y un servidor. Algunos estrenaban material como cascos, pedales automáticos, indumentaria, bidones, gafas, etc. Ya que la mayoría desde Navidad que no tocábamos la bici, decidimos salir simplemente a dar pedales para acostumbrar un poco el cuerpo para lo que nos vendría en días venideros.

Bulevar adelante hasta la Fuente del Prior, siguiendo hasta Fuentes Blancas. Seguimos río Arlanzón arriba y en el camino un impresionante caballo blanco justo antes de llegar al puente de madera. En este tramo los chicos quisieron desviarse hasta la rampa que lleva a Castrillo del Val, con la intención de subir para luego bajar. Tenían el recuerdo de las vacaciones navideñas donde tuvimos que subir por un barrizal que nos llegaba hasta los tobillos. Afortunadamente para nosotros, la rampa era tierra, piedra y polvo. Arriba llegaron Àlex, Dani y Miguel, ya que el resto nos quedamos abajo esperando para hacer fotos, grabar y alguno descansar. Por el mismo orden se tiraron, y una vez el grupo reunido, cruzamos el puente y seguimos por el camino del río.
Llegamos a San Medel y preguntamos por dónde podíamos seguir. Decidimos ir a buscar el camino de Santiago con la intención de volver  a Burgos. Lo que menos nos gustó es tener que atravesar la carretera con los niños (papis de los miembros mas jóvenes de los Superpipas, deciros que no huvo ningún riesgo, no sufráis). Ya en el camino era cuestión de dar pedales por esta ruta de peregrinos. Al llegar a Burgos cruzamos el río para ir a coger el carril bici y volver hacia casa. Recorrimos 25 km., lo cual no está nada mal para los chicos en su primer día. Aún nos quedaba todo el día por delante para disfrutar de Modúbar, y un mes repleto de rutas fantásticas por descubrir.

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