domingo, 9 de marzo de 2014

POR LOS MOLINOS DE MODÚBAR

Han pasado dos meses y medio desde la última crónica superpipera. Ya vuelvo a tener tiempo y, sobre todo, motivación para escribir las aventuras que pasamos encima de nuestras btt. Gracias por los ánimos que me habéis dado tras la pérdida de mi padre.
Está llegando el final de agosto y aún tenemos ganas de seguir descubriendo caminos. En esta ruta me acompaña Àlex, Dani y Andrea. Miguel no vino porqué se quedó dormido. Cogimos la Vía Verde y poco antes de llegar al túnel de Modúbar, nos desviamos por el camino que llamamos de Dani (lo llamamos así porqué lo descubrió él). Cruzamos la Vía Verde para tomar el senderito que hay antes del túnel. Es un camino precioso, estrecho, donde los críos y los no críos, nos lo pasamos en grande. Andrea tuvo dos pequeñas caídas sin consecuencias. 
Una vez arriba, nos dirigimos hasta el depósito para bajar a la carretera que va a Modúbar. Ya en la carretera, nos dirigimos al monte de San Vicente, para subirlo por la senda más suave. La otra senda que rodea el monte ya la habíamos hecho otro día, pero de bajada. Arriba, vamos a buscar la antena de telecomunicaciones que hay debajo del molino eólico número 1. Justo en esta zona se encuentra una especie de pequeño circuito de bmx, donde estamos un rato, hasta que decidimos continuar. 
Si la subida al monte de San Vicente era nueva para nosotros, también lo fue el camino que tomamos por debajo de los molinos eólicos de Modúbar. El paseo fue encantador, ya que las vistas eran impresionantes y encima nos encontramos con un par de corzos muy cerca nuestro.
Una de las anécdotas del día la protagonizó Dani, cuando después de haber visto a los ciervos, cruzamos un charco y Dani se quedó en medio, teniendo que poner el pie al suelo, mejor dicho, el pie al agua y mojarse hasta el tobillo. Tuvo que vaciar la zapatilla llena de agua y escurrir el calcetín. ¡Lo que no le pase a Dani!
Solucionado el problema seguimos dando pedales hasta llegar a la parte alta donde están los molinos. Fuimos por todo el parque eólico, hasta llegar al molino 1, donde después de hacernos unas fotillos, bajamos a la zona del circuito de bmx que os he comentado antes. El sendero del molino al circuito, alguno lo hizo bajado de la bici por seguridad.
Nos quedamos un rato en la zona del circuito, y  uno de nosotros se pegó un tortazo en un salto. Sí, fue Dani. No fue nada grave, pero se hizo una rascada en el tobillo y sangró un poco. Es un pedazo de valiente, un campeón, un auténtico Superpipas. Sin él y sus caídas, el equipo no tendría nombre.
Nos pusimos en marcha, tomando el camino que va por debajo del Altotero, dirección carretera de Modúbar, y se nos cruzó un zorro. ¡Qué caña! Delante de una Play esto no pasa. No deja de ser una curiosidad más, pero realizando deporte en la naturaleza, estas cosas pueden pasar.
Cruzamos la carretera, para seguir por el camino del ratón muerto (como veis, conocemos caminos con nombres de anécdotas o curiosidades que nos han pasado), para bajar a la Vía Verde, a la altura del túnel de Modúbar, pero antes nos desviamos por un sendero con muchísima vegetación, donde costaba incluso avanzar. Hubo algún tramo donde los críos me maldicieron, pero es la manera de ir conociendo caminos. Cuando salimos a la Vía Verde, volvimos por el camino de Dani hasta Cardeñadijo, para ya dirigirnos hasta casa no sin antes haber recorrido 26km donde los chavales gozaron de la que sería la antepenúltima salida de agosto. 

2 comentarios:

  1. El blog va tomando forma, poco a poco se notan los cambios, diseño, logo etc. maraviloso, saludos amigo.

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    1. Muchas gracias por tus palabras. Es de esas cosas que sin querer vas a más, y si es para mejorar, mejor que mejor.
      Un saludo.

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