El día anterior no hicimos salida en btt y sí la hicimos a pata.
Recorrimos parte del Sendero del río Lobos (Soria) y visitamos también Burgo de
Osma. Os recomendamos las dos visitas.
La ruta que realizamos en btt el martes 28 de agosto fue más para filmar
recursos que para otra cosa. Ya veis que vamos colgando un vídeo por ruta y que
no siempre podemos estar pendientes de grabar. Es por eso que en esta ocasión
nos iríamos parando para cambiar la Gopro de bici, de situación para así tener
recursos a la hora de realizar la edición de las películas.
Más que explicar la ruta, simplemente deciros que la salida pasó por la Vía
Verde Santander-Mediterráneo, el sendero del túnel de Modúbar, los dos senderos
que rodean el monte de San Vicente, el parque eólico de Modúbar, el sendero que
hay por debajo de los molinos, el sendero de los Andasusos y por el parque
eólico de Carcedo.
Fue una salida más de hacer posados que otra cosa. Aun así lo pasamos en
grande como en todas nuestras rutas.
Como la ruta anterior, esta tampoco podía ser muy larga por compromisos familiares. Eso sí, el aperitivo lo haríamos sin la familia y el sitio escogido fue Sotopalacios y cómo no, un buen pincho de morcilla.
Salimos de la plaza de los Alfareros para cruzar Burgos por el río Vena hasta llegar a la zona del hospital, donde cruzamos el puente de las vías y subimos al páramo. El ascenso fue fluido y el tramo del páramo bastante alegre. Cuando tocó bajar nos lo tomamos con ganas, y en un plis plas nos plantamos en Celada de la Torre.
MEH (Museo de la Evolución Humana)
Páramo
Celada de la Torre
Ahora sólo nos quedaba encontrar el camino hacia Sotopalacios. Al ser pistas anchas, fuimos un paralelo charlando y dando caña a las piernas. La recompensa estaba a punto de llegar. El pincho de morcilla estaba en nuestra cabeza y al rato estuvo delante nuestro encima de un plato, hasta que lo hicimos desaparecer. ¡Qué ricura la morcilla de Burgos!
Con el gancho puesto
Pincho de Morcilla en Sotopalacios
El regreso a la ciudad lo hicimos poniendo rumbo a Sotragero, y si dicen que el hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra, nosotros entonces somos muy hombres, ya que siempre nos equivocamos en la misma zona y tenemos que atravesar campos de trigo ya segados.
Otra vez como cada año. No aprendemos.
Atravesando el campo de trigo
De Sotragero y por carretera llegamos a Villarmero. Para cruzar al polígono de Villalonquéjar se tiene que cruzar por la montaña, y el pique que tenemos siempre en la subida, quedó esta vez en tablas. El jovencito no pudo dejar atrás al veterano. Bajamos y cruzamos el polígono para después pasar por Fuentecillas y por el carril bici llegar hasta casa.
Ganador del esprint
Cruzando hacia Burgos
En verano ir a Sotopalacios un día lo hemos convertido en una tradición. Y poder degustar los manjares de la zona es siempre una delicia.
FECHA: 26/8/2018 DISTANCIA GPS: 39'57 km. DIFICULTAD: FÁCIL ÍNDICE IBP: 26 BYC
Un sábado de agosto significa para nosotros un día familiar en el pueblo. Por
eso la ruta no podía ser muy larga. Empezamos a dar pedales en la plaza de los
Alfareros para ir a buscar la Vía Verde Santander-Mediterráneo y no dejarla
hasta el sendero que hay antes del túnel de Modúbar. Este sendero que va justo
por encima de lo que sería el túnel es una maravilla, tanto si se hace de
subida, como hicimos nosotros en esta ocasión, como si se hace de bajada.
Sendero del túnel
Sendero del túnel
En la zona de arriba del túnel pasamos por el depósito de Modúbar y bajamos
rápido la pista que va a morir a la carretera. Un pequeño tramo de asfalto y
volvimos a tomar tierra pasando por debajo del monte de San Vicente, camino que
nos llevaría directamente a Modúbar de la Cuesta.
Depósito de Modúbar de la Emparedada
Pista que lleva a Modúbar de la Cuesta
Llegados al segundo Modúbar tocaba ir a buscar el tercero. Para ello
pusimos un ritmo más elevado, y en un momento nos plantamos en Modúbar de San
Cibrián. Queríamos ir a buscar unos caminos que fuesen por la zona de los
molinos, pero no cogimos el correcto y fuimos a parar de nuevo a Modúbar de la
Cuesta. Viendo que no conseguimos llegar a los molinos deseados, nos dirigimos
a buscar otros. Para ello tuvimos que subir una rampa, que en su tramo final pusimos pie a tierra. La escusa fue que la rueda de atrás resbalaba.
La realidad fue que las patas nos daban para más.
Camino equivocado
Final de la subida de Modúbar de la Cuesta al parque eólico
Una vez en el parque eólico, recorrimos la zona por sus pistas y decidimos
bajar a Modúbar de la Emparedada por el camino que nos llevaría al campo de
fútbol del pueblo. El camino de bajada lo realizamos bastante rápido.
Bajada hacia Modúbar de la Emparedada
Cruzamos todo el pueblo y dejamos la carretera para girar por el camino de
Isilla para así buscar la pista que sube hasta el túnel de la Vía Verde. Del
túnel a Burgos fue un paseo que lo hicimos en su tramo final como si nos fuese
la vida.
Saliendo del túnel de Modúbar
¡A full!
Ruta bonita y corta que en otra ocasión tendremos que volver a hacer para
ver si encontramos los caminos que esta vez no pudimos hacer.
¡Qué desastre de día! Fue nuestra primera ruta en la que nos desplazábamos
en coche. En el mes de julio nos apuntamos para realizar una de las pruebas del
Circuito Provincial de Burgos de BTT que se iba a celebrar en Villasur de
Herreros. La organización decidió suspender la prueba pero a nosotros quisimos
realizar el recorrido del año anterior.
Así que a las 8’15h con las bicicletas cargadas en el coche nos pusimos
rumbo a Villasur de Herreros. Al llegar a Ibeas de Juarros nos dimos cuenta que
nos habíamos dejado en casa las zapatillas de ciclismo. Tocó dar media vuelta e
ir a por ellas. La cosa empezaba con mal fario.
Una vez llegamos a Villasur, preparamos la bici, nos equipamos como Dios
manda y la cosa se volvió a torcer. El Garmin, con el track de la ruta, no
aparecía. Pensamos que nos lo habíamos dejado en casa. En fin, que tocó
improvisar y empezamos a recorrer caminos de la zona.
Parajes de Villasur de Herreros
Casi desde el inicio
empezamos a subir hasta que vino la primera bajada. El sendero era guapísimo
sino fuese porque cada vez era más estrecho y cada vez con más vegetación.
Llegó el momento de bajarse de la bici ya que el sendero desapareció.
Buscando el sendero entre la maleza
Seguimos buscando el maldito sendero
Sendero encontrado
Al fondo
se veía el embalse de Uzquiza. La vista era espectacular. Nos hicimos la
pregunta típica: ¿ahora qué coño hacemos? ¿Hacia dónde vamos? ¿Bajamos o
volvemos por donde hemos venido? Pues bien, regresamos por donde habíamos
venido hasta llegar al coche.
Embalse de Uzquiza
Ni idea para dónde seguir
Avituallamiento
Una vez cargadas las bicis en el coche, misteriosamente apareció el
navegador. Resulta que se había caído sin darnos cuenta. Decidimos, ya que
estábamos en Villasur, acercarnos en coche para visitar el embalse de Uzquiza y
hacer unas fotos.
Embalse de Uzquiza
Embalse de Uzquiza
Eso sí, la mañana la acabamos como estaba programada, comiendo un buen
almuerzo en el bar Ávila, que saben cómo cuidarnos. A Villasur de Herreros
volveremos el próximo verano para correr la prueba o simplemente para disfrutar
de sus parajes.
¡Qué rabia! Si en la ruta del día anterior nos quedamos en nada para
realizar 50 kilómetros, en ésta nos faltó menos para poder hacer los 60. Pero
las rutas salen como salen.
A los 8’15h. nos pusimos en ruta desde la plaza de
los Alfareros. Por el carril bici cruzamos Fuentecillas y el polígono
industrial de Villalonquéjar. Llegamos a Villarmero y por un tramo de carretera
dejamos atrás Sotragero para ya circular por pistas y caminos que nos llevarían
a Ubierna. Aquí aprovechamos para llenar bidones.
Camino a Ubierna
Ubierna
El siguiente tramo fue un sube y baja constante con una subida final que
nos llevó al parque eólico de Las Viñas. Tuvimos suerte que no hiciese casi
viento.
Con los gigantes al fondo
Gigantes o Molinos
Parque eólico de Las Viñas
Una de las bajadas nos dejó en el pueblo de Arroyal y una vez pasado el
municipio subimos una rampa en la que en su tramo final tuvimos que poner pie a
tierra. Las piernas no daban para más.
¡Pie a tierra!
Llaneando de nuevo y con algún sube y baja, llegamos al bosque que baja a
Villalonquéjar. El tramo final de la ruta ya lo hicimos por el carril bici
hasta llegar a casa.
Carril bici de Burgos
Descubrimos de nuevo zonas y caminos desconocidos por nosotros. Al día
siguiente tocaba descanso. La ruta siguiente que íbamos a realizar sería por la
zona de Villasur de Herreros y las patas tenían que estar descansadas.
Esta fue la cuarta ruta veraniega que por un kilómetro no llegamos a hacer
50. Parece una tontería pero no es lo mismo quedarse en los cuarenta y tantos
que pasar de los 50.
En fin, la cuestión es que a las 8’30h nos pusimos en marcha en la plaza de
los Alfareros de Burgos. Tomamos el bulevar para poder así llegar a San Medel y
de aquí ir a buscar la subida que nos llevaría al sendero de los Bodones. Si
subimos por el lado del cuartel militar, bajamos por la ladera contraria.
Subida a los Bodones
Tocaba ir un buen rato por el Camino de Santiago y animando a los
peregrinos. Subimos hasta la Cruz de Matagrande, no antes sin haber sufrido en
su subida. Con la vista puesta en el pueblo de Atapuerca, descendimos y
aprovechamos para llenar bidones.
Cruz de Matagrande (Sierra de Atapuerca, Camino de Santiago)
Descenso a Atapuerca
Teníamos que cruzar la Sierra de Atapuerca. Así que nos pusimos de nuevo a
ascender. Cogimos un camino en el que su bajada nos dejó justo en la zona de
los Yacimientos de Atapuerca. Un poco más y nos metemos de pleno en la visita de los Yacimientos. Para regresar a Burgos, fuimos a buscar el Camino
de Santiago que va paralelo a la carretera, por la antigua vía minera.
¡Sin darnos cuenta casi acabamos dentro de los Yaciminetos!
Entrada a los Yacimientos de Atapuerca
Cruzamos Ibeas de Juarros y realizando relevos, llegamos a Castañares.
Después de tanto sol quisimos un poco de sombra y para ello pedaleamos por los
senderos que van paralelos al río Arlanzón. El último tramo de la ruta lo
hicimos por el carril bici.
Dejando atrás los Yacimientos
Camino de Santiago, dirección Burgos
Una vez más la Sierra de Atapuerca no nos defraudó. Nos dimos cuenta de nuevo que es una zona preciosa para la práctica de nuestro deporte.